Un agente policíaco de Nueva York (Chadwick Boseman) ve la oportunidad de redimir su pasado cuando descubre que algunos de sus compañeros están implicados en una serie de asesinatos a otros policías, por lo que dará inicio a una persecución sin precedentes en la que, por primera vez en la historia de Manhattan, nadie podrá entrar ni salir de la isla ya que los veintiún puentes de la ciudad, túneles de metro y las salidas de navíos serán bloqueadas.