Cuando los experimentos médicos llegan a los límites, los tests más extremos se hacen en la isla de St. Leonard, en el Atlántico Norte, una antigua prisión reconvertida en un lugar para experimentar con los más violentos criminales. Pero cuando uno de estos experimentos sale tremendamente mal, la isla entera se contaminará de una terrible enfermedad que hará peligrar la vida de los desesperados supervivientes.